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PASOS AL ÉXITO EMPRENDEDOR – escenario 1

Consejos o comentario sobre las principales cuestiones en términos fáciles, para asumir riesgos.

Pongo un punto de reflexión para los nuevos emprendedores, pero también para aquellas empresas que partieron de profesionales que sabían lo que tenían entre manos y supieron encontrar su hueco en la industria, montando su propia empresa dejando atrás su inicio como autónomo.

Lo principal es tener un buen producto o producto innovador, sea algo tangible o intangible, como los servicios. Si eres diferente y tienes un nicho donde posicionarte con un espectro amplio, el éxito está asegurado.

Está asegurado durante un corto espacio de tiempo, ya que la competencia no tarda en copiar, lo “fácil” siempre es copiar, incluso aun cuando la copia sea inferior, ya que concurren tres escenarios en principio.

El primero asegurarse de tener un buen producto y que el mercado lo precisa.

  • Los precios bajan, para equipararse a la sociedad de consumo y al estado económico que no es boyante, -se busca precio para una solución-, con lo que existen esos cambios sutiles en el uso del bien, -buscar algo que solucione la situación y que sea duradero-, esto se ve relegado a lo que tenemos en el bolsillo en el día a día. (conocer los costes primero)

Tomando como partida este posicionamiento simple, vamos a ver cual sería el mejor camino para emprender la aventura de ser un profesional o empresario.

Como decía, hay que tener algo que los demás no tengan, o los beneficios no corresponderán con el objetivo y los gastos fijos, e impuestos que incluso antes de comenzar se tienen que hacer frente, se comerán la vida del proyecto.

La ilusión tiene dos vertientes, ser objetivo con ella o inconsciente y lanzarse haber que sale. El error más común, es dejarse ir por la desesperación de no encontrar trabajo, arrancándose sin realizar un estudio, ¡no es tan sólo tener sangre en las venas!, se deciden y ya, los que tienen entereza y conocimientos como para emprender la aventura, serán prudentes.

La aventura a lo loco, ¡no trae nada bueno!, ya que si queríamos salir de la zona gris, el impulso puede meternos en la oscuridad. Por lo tanto vamos a crear una trazabilidad con la que asegurar el proyecto, con el objetivo definido al máximo, donde tomar en cuenta lo positivo y lo negativo.

Tomaremos las siguientes referencias para iniciar el estudio del nuevo proyecto:

Conocer primero posibilidades del producto, DAFO de nuestro potencial con las debilidades y las fortalezas ante la posible competencia.

  • ¿Cuál es el objetivo del estudio?, un servicio o un producto. Tomaremos en cuenta, que sabemos de que hablamos, dominamos ese producto.
  • ¿El producto esta dispuesto a ser deseado por el público potencial, en medida suficiente para asegurar el futuro del proyecto? Tendremos que tener en cuenta en un estudio exhaustivo quienes serán los consumidores reales, cuantas zonas podemos cubrir y otras variables como nuestra situación geográfica. ¡Copar esa necesidad con innovación es clave! Realizar un DAFO, de cliente y competencia, es importante, ya que conocer los hábitos de la competencia y la respuesta de sus clientes, nos ayuda a marcar unos puntos fuertes y nuestra posible debilidad, a la hora de posicionar nuestro producto.

Con estos dos primeros puntos anteriores, podemos poner los pies en el suelo y marcar unas directrices de amortización real, contemplando los riesgos y asumirlos de cara. Poner el precio a nuestro producto no es tan fácil, ¿verdad?

  • ¿El producto es de un segmento masivo?, hay que ver ese punto con mucha frialdad y sobre todo si quieres no tan sólo copar el mercado, ya que el tener una buena marca de origen es un éxito para implementar nuevos productos que, serán deseados tan sólo por el color o la marca.

-He visto marcas, así como diseños de logotipos, muy especiales y que a simple vista venden solos, pero detrás, no hay una fuerza humana o producto a la altura y al contrario una gran empresa con una imagen dícese moderna y visualmente con poco impacto que obliga a reinvertir mucho en profundos esquemas de marketing y esto repercute en el precio final de los productos.

Podría ir más en profundidad, pero seria tedioso, poco práctico para ponernos a pensar sobre si nos ponemos o no, manos a la obra y tampoco es que se tenga que tener miedo. El hecho claro es, (el miedo paraliza; y siempre por lo desconocido, por no saber, o por no tener claro que hacer), emprender con miedo es ir al fracaso, por lo que tendremos que optar por las emociones positivas, “no fáciles”, ser prudentes, metódicos, pacientes, energéticos, tomando los fundamentos como datos objetivos que clarifiquen posibilidades y objetivo.

Hasta aquí, un borrador de que tener en cuenta para nuestra gran aventura, un proyecto vital y un futuro prometedor.

Escrito por: José María Regañó

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